Contar con una buena salud financiera tiene que ver con diferentes aspectos como son: disponer del dinero suficiente para solventar los gastos cotidianos y contar con ahorros que te permitan afrontar los imprevistos que puedan presentarse. Para evaluar este aspecto existen indicadores que permiten conocer el estado de la salud financiera de las personas.
1.-Gastar menos de lo que se gana.
Este indicador es elemental, debido a que permite conocer la capacidad del individuo para gestionar sus ingresos. Si los ingresos son mayores a los gastos, será posible ahorrar y estar mejor preparado ante situaciones imprevistas. Para mejorar este indicador, lo recomendable es calcular la cantidad total de ingresos y gastos que han tenido lugar y analizar los movimientos mes a mes, para reducir o eliminar gastos innecesarios.
2.-Cubrir los pagos a tiempo y por completo.
Hay dos tipos de cuentas, las de prioridad alta, es decir aquellas que no cuentan con un periodo flexible de pago, como son las cuotas de la hipoteca de una vivienda y las de prioridad baja, más flexibles a la hora de cubrirlas y con menos consecuencias en caso de impago.
En medida en que las personas se mantienen al día con el pago de todas sus cuentas, tanto prioritarias como no, es un indicador de su capacidad para gestionar sus finanzas y los compromisos diarios por lo tanto de su salud financiera.
3.-Ahorros.
En lo referente a las finanzas personales, es frecuente tener que afrontar gastos imprevistos: reparaciones, tratamientos médicos, reducción de ingresos. Es necesario contar con los ahorros necesarios para solventar los compromisos financieros y de este modo no verse en la necesidad de adquirir deudas que tiempo después se vuelvan impagables. Una buena alternativa puede ser transferir regularmente una cantidad de dinero de forma automática, a una cuenta de ahorro.
Lograr contar con capital necesario para el sustento económico de seis meses o más sin ingresos, es un indicador de una buena salud financiera.
4.-Activos.
Contar con recursos financieros para el corto y medio plazo es una buena señal de que la gestión de las finanzas personales se encuentra en una buena dirección, pero además se debe contar con el capital para solventar gastos a largo plazo como la compra de una vivienda o de educación.
El retiro también es algo que debe contemplarse. En referencia a este aspecto, se debe tener en consideración la tasa de reemplazo para tener el mayor poder adquisitivo posible cuando llegue el retiro.
5.-Nivel de endeudamiento sostenible.
Una persona que sabe administrar sus deudas adecuadamente, tiene estabilidad y tranquilidad financiera debido a que no tiene que preocuparse por pagar recargos de pagos atrasados.
Otro aspecto importante es en el uso de las tarjetas de crédito: tener los pagos de las tarjetas al corriente es un indicador de buena salud financiera.
6.-Contar con un buen historial Crediticio.
Quienes tienen un perfil crediticio con puntuación excelente y no representan ningún riesgo para los prestamistas o acreedores son aquellos con mejor salud financiera.
7.-Seguros.
Contratar seguros poco confiables puede ocasionar conflictos. Es conveniente adquirir estos productos teniendo en consideración aspectos como el tamaño de la familia o el nivel de cobertura que se necesita. No contar con buenas coberturas puede suponer un problema financiero a la hora de afrontar, por ejemplo una emergencia médica.
8.-Planificación de gastos.
Las personas que planifican sus finanzas (haciendo presupuestos, transfiriendo dinero para el ahorro, etc. Y saben cómo afrontar los retos financieros del futuro, son aquellos que demuestran tener una mejor salud financiera. Solo de esta forma adquiriendo hábitos saludables, se garantizan mejores oportunidades y una vida económica tranquila.
9.-Inversión.
Invertir es una de las mejores opciones para lograr tener finanzas personales sanas y que te permite hacer crecer tus ahorros.
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