La radiología veterinaria, es un método de diagnóstico por imagen frecuentemente utilizado debido a que no es invasivo y no se requiere preparación para el paciente. 

Con base en estas particularidades surgen los conceptos de opacidad y transparencia, los tejidos pueden clasificar en una escala que va de radiotransparente, en que la radiación traspasa fácilmente o radiopaco, que es el caso cuando la radiación se absorbe de tal forma que escasamente logra atravesar.

La interpretación de la prueba radiográfica tiene como base el análisis y visualización de opacidades.

La radiografía es una imagen bidimensional, para lograr obtener una evaluación completa se necesitan como mínimo dos imágenes. Por ejemplo si se requiere realizar un estudio radiográfico del tórax, se debe tomar una radiografía lateral y una ventro – dorsal.

La aplicación de la radiología en veterinaria permite evaluar áreas como cráneo, mandíbula, maxilar, sistema osteoarticular, fracturas, reacciones inflamatorias y degenerativas del hueso, displasias, densidades óseas disminuidas.

En la actualidad la radiología convencional ha ido cediendo paso a la radiología digital, que permite agilizar el proceso y mejorar la calidad de la imagen además de evitar los residuos generados por los líquidos de revelado y placas radiográficas.

Aplicaciones de la radiología en veterinaria para pequeñas especies

Valoración región torácica.

Pueden ser evaluados costillas, espacio pleural, silueta cardiaca y el tamaño de arterias y venas, alteraciones del parénquima pulmonar por neumonía, acumulación de líquidos o tumores.

Localización de cuerpos extraños.

Una de las aplicaciones es su utilidad para identificar la presencia de cuerpos extraños como alfileres o agujas, que podrán ser fácilmente encontrados con ayuda del fluoroscopio. Si este se encuentra en una cavidad se debe suministrar un medio de contraste para ubicarlo.

Si se encontrara en la región torácica, el estudio de rayos X hace posible localizarlo para que pueda ser removido sin tener que utilizar cirugía, evitando riesgos.

Diagnóstico de anormalidades en los tejidos. Permite detectar alteraciones como tumores o úlceras.

Valoración de gestación.

El estudio radiológico es uno de los métodos utilizado para la valoración de la gestación, este es recomendable tratándose en el caso de pequeñas especies hasta después del primer tercio del periodo de gestación, para que el resultado sea más confiable y la exposición a la radiación ionizante no represente riesgos para el feto ni para la hembra.

Detección de enfermedades degenerativas.

Favorece el diagnóstico del padecimiento de enfermedades degenerativas como la artritis y densidad ósea disminuida.

Conclusión.

Los estudios radiológicos son una excelente herramienta, cabe mencionar que lo mejor es complementar con otras técnicas para un diagnostico aún más preciso.

Es importante recordar que para obtener una imagen radiográfica de buena calidad, es necesario cuidar detalles como el contraste y nitidez de la imagen, evitando la dispersión de la radiación con el uso de un colimador o parrilla absorbente.                                                                            

Saludos de parte del equipo de IREXSA